Actividades Sospechosas
Una actividad sospechosa, la podríamos definir como alguna operación realizada de manera no convencional, que reviste características de complejidad en su ejecución, de atino temporal y que es armoniosamente estructurada por entes sistematizados. Todo esto con el objetivo de comprometer o encubrir capitales procedentes de delitos de escala significativa.
En el «mundo cripto», existen diversas acciones o conductas, que a la mira de las regulaciones ordinarias, resultarían de dudosa reputación. Ustedes se imaginan que una empresa utilizara monederos descentralizados o vendiera sus productos por medio de una mezcladora de transacciones para que las mismas no sean rastreadas? O que un socio o empleado se encuentre desviando u ocultando utilidades, o pagando salarios a través de estos métodos?
El dinero ha escalado en características y propiedades, coexistimos con movimientos sociales que quieren materializar la separación dinero/Estado, un anarco-capitalismo o nuevo capitalismo donde la soberanía financiera individual juega un rol protagónico.
El dinero debería servir, primeramente, como reserva de valor, pero a su vez debe tener connotaciones de orden psíquico para que se vuelva deseable y que al unirse a su escasez, aumente significativamente su cotización. Tiene que ser fungible y portable. Pero si hacemos un análisis exhaustivo, estas características ya pueden ser reguladas.
Volviendo al escalamiento, de lo que podríamos llamar el nuevo dinero del siglo XXI, el cual no obedece a la impresión infinita de piezas, ni se rige por la flexibilización cuantitativa, sino por el contrario, al endurecimiento de la emisión por ser un instrumento finito y que cada día se puede volver más escaso, aunado a valores propios de estos tiempos, como lo son la privacidad, la soberanía, la inconfiscabilidad, su transporte a gran escala, la capacidad de no ser censurado y cuestionado por ningún gobierno, llegando al punto de ser agnóstico y predecible, nos encontramos con que los organismos que emiten políticas regulatorias sobre esta nueva lógica, se encuentra casi atados de manos.
Bitcoin es el mejor ejemplo de ese nuevo dinero. Pero, hagamos un ejercicio de imaginación. Supongamos que nos encontramos en la Venezuela de unas décadas atrás y tenemos en nuestro poder una moneda de 5 bolívares, el famoso «fuerte», y queremos comprar un caramelo que vale Bs. 2 en una tienda, pero nos informan que no tienen cambio y no nos pueden dar los 3 bolívares junto con la golosina. Es decir, no se posee la fracción para comprarlo, sin embargo, (recordemos que estamos dentro de una fantasía) sacamos de nuestro bolsillo un aparato especial y procedemos a fundir el metal del «fuerte» y acuñamos la moneda de Bs. 3 que necesito para pagar y la de Bs. 2 con la que nos vamos a quedar. Es decir, hemos creado nuevas piezas a partir de la primera, sin dejar rastro de ella.
Se imaginan que este proceso se pudiera realizar? En el caso del dinero fiduciario sería imposible, tanto desde el punto de vista de las monedas y billetes físicos, por obvias razones y desde la versión digital, ya que la autoridad certificadora de las transacciones monetarias (bancos) no lo permitiría. En las criptomonedas y en especial Bitcoin, si se puede hacer, logrando así ocultamientos, distracciones, imposibilidad de rastreo y verificación de patrones de las operaciones criptofinancieras.
En sentido lato, las transacciones con Bitcoin se van a almacenar en la blockchain (cadena de bloques) del sistema, brindando transparencia absoluta. Todos los nodos (terminales computacionales) tienen acceso para la exploración y monitoreo, pero si implementamos un software que rompiera con la visibilidad transaccional, pudiéramos estar en presencia de una posible materialización de una conducta que tiene como finalidad, esconder o disimular fondos, presuntamente provenientes del delito?
Nos encontramos entonces en el escenario del CoinJoin, que es un procedimiento de anonimización para los intercambios de bitcoin y otras criptomonedas, que permite evitar el relacionamiento de los ingresos y egresos de una transacción, resultando desconocida para un tercero interesado, ya que no existe forma de emparentar las direcciones exactas del movimiento de valor.
El escalamiento y desarrollo de esta tecnología, se encuentra en aumento y a niveles máximos para lograr así la total privacidad de las transacciones. El mezclado en mención, es totalmente descentralizado, creando inaccesibilidad y pérdida de conectividad de los eventuales entes reguladores.
El uso de este software, evidentemente hace presumir que el intercambio criptográfico, involucra fondos provenientes de un delito de carácter grave, con la intención de esconder o disimular bienes ilegales o de dudoso origen, afectando la reputación de los intervinientes y aumentando los riesgos.
Para una buena parte de la comunidad Bitcoin, esta tecnología pareciera estar hecha para los anarquistas, ya que han logrado descifrar, que en este siglo XXI, la privacidad y la descentralización, son propiedades muy apreciables.
Los CoinJoin se están volviendo cada día más populares, pero también se han desarrollado sistemas que tienen el objetivo de descifrar patrones de conducta económica. Existen empresas especializadas y contratadas ya por gobiernos y corporaciones privadas, que se encargan de levantar toda esta sensible información para venderla o realizar investigaciones. Cabe preguntarnos, existirá un mercado negro de esa data?
Las referidas compañías manifiestan que descifran esas tendencias y conductas transaccionales aplicando la heurística económica basada en patrones. Coinjoin, rompe con la lógica utilizando principios colaborativos para corromper la búsqueda, es decir, los que participan en los intercambios, van a ayudar a que se quiebre la logicidad de las operaciones y por consiguiente las van a hacer irrastreables.
Entonces, aquellas personas que utilicen los métodos antes descritos, estarán inmersos en un tipo de actividad sospechosa? Por el solo hecho de utilizarlos, podrán ser investigados o formar parte de un conjunto de elementos o indicios que pudieran determinar una conducta ilícita?
Son preguntas que se irán respondiendo en un futuro no muy lejano.